Dios hoy y Cristo, su hijo, nos convocan para “Reencontrarnos como familia de la Protectora de la Infancia, para llevar a nuestras comunidades la luz de Cristo y encontrar el camino para abrir nuevos horizontes”
Objetivos específicos:
- Dar la posibilidad a todos nuestros estudiantes y apoderados de realizar sus sacramentos, por medio de la pastoral sacramental de jóvenes y adultos (bautismo, primera comunión y confirmación).
- Promover y garantizar la vivencia de la oración comunitaria, diaria, tanto al inicio de la jornada escolar, con el rezo del ángelus, en reuniones de apoderados, reuniones de departamentos, directivas, etc. Y ante toda necesidad de la comunidad educativa católica, desde la espiritualidad de María, Protectora.
- Fortalecer la liturgia eucarística para un encuentro con Jesús con nuestros estudiantes y la comunidad educativa, en las distintas Eucaristías del año litúrgico (Semana Santa, Vía Crucis, Pascua de Resurrección, Pentecostés, adviento, Corpus Christi, Mes de María) misas didácticas y de nivel y en la adoración al Santísimo Sacramento.
- Hacer de las clases de religión, espacios didácticos, reflexivos, que hagan sentido a los estudiantes, vinculándolos con la realidad social y cultural de nuestro tiempo.
- Promover la realización de campañas solidarias internas y externas (cuaresma, Misión territorial Sótero del Rio, mes de la solidaridad, alimentos no perecibles, cajas de navidad, comedor abierto, etc).
- Incentivar la participación de los padres y apoderados en la pastoral, para formar comunidad.
- Garantizar la existencia de insumos necesarios para cada celebración y actividades del Departamento.
- Incentivar constantemente la participación de los estudiantes en actividades de pastoral a nivel de colegio (acólitos, delegados de pastoral por curso, coro, etc) y en actividades de la vicaría en las que se pueda participar.
- Promover la formación de comunidades de estudiantes, profesores, administrativos y auxiliares y apoderados en las que se descubra e incentive el Evangelio de Jesús como forma de vida.
- Promover dentro de la comunidad educativa los valores (valores mensuales) que dan cimiento a la Protectora de la Infancia, según las enseñanzas del Evangelio.
- Acoger, escuchar y acompañar espiritualmente a los estudiantes, apoderados y a todo miembro de la comunidad educativa.